Sofía es la capital y la ciudad más grande de Bulgaria. Una ciudad de 1,4 millones de habitantes ubicada a los pies de una hermosa montaña – Vitosha. Son varios los ríos que cruzan la ciudad, entre los que destaca el Iskar, conocido por sus manantiales y sus aguas termales.
Siendo una de las capitales más antiguas de Europa, la historia de Sofía se remonta al siglo VIII a. C., cuando los tracios establecieron un asentamiento en la zona. Sofía ha tenido varios nombres en los diferentes periodos de su existencia, pero adoptó, finalmente, el nombre de la Iglesia de Hagia Sofía, una de las más antiguas de la ciudad, en homenaje nacional a los Santos Mártires de Sofía, madre de la Fe, Esperanza y Amor. El Día de Sofía se celebra el 17 de septiembre y el 4 de enero la ciudad celebra que en 1878 fue liberada de la dominación otomana por las tropas rusas. Los numerosos pueblos que conquistaron la ciudad dejaron su huella arquitectónica, como el estilo ruso ortodoxo, estilo otomano e incluso la época socialista.
La Catedral de Alexander Nevky es sin lugar a dudas el símbolo de la ciudad y de toda Bulgaria. Está construida en honor a los rusos caídos por la liberación de Bulgaria del Imperio Turco y es una de las mayores catedrales cristianas ortodoxas del mundo. En su interior alberga maravillosos mosaicos, vidrieras y estatuas. En la cripta subterránea está el Museo de Iconos, con una de las mayores colecciones de iconos ortodoxos del mundo.
La ciudad es también conocida por la Iglesia de Bayona declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se trata de una iglesia ortodoxa a las afueras de la ciudad y que destaca especialmente por los frescos de su interior, en total hay unas 89 escenas en unas 240 figuras humanas de autor desconocido.
La iglesia más antigua de Sofía es la Rotonda San Jorge. Se cree que fue construida en el siglo IV, durante el reinado del emperador Constantino el Grande. Otro lugar de interés cristiano es la catedral católica San Yosif. Caminando por esa zona, los visitantes no pueden perderse la mezquita Banya Bashi, edificada en el siglo XVI. No muy lejos se encuentra la Sinagoga, que cuenta con un museo. No hay ninguna otra ciudad en Europa en la que en un espacio tan pequeño se concentren, tan cercanos unos a otros, centros religiosos ortodoxos, católicos, judíos y musulmanes.
Mihaela